El motor es la fuente de energía del
automóvil. Básicamente, es una máquina capaz de convertir la energía calorífica
que se genera en su interior, en energía calorífica que se genera en su
interior, en energía mecánica que, debidamente utilizada, es la que imprime
movimiento a las ruedas. Según sus formas de construcción y funcionamiento, los
motores pueden clasificarse en cuatro grandes apartados: El primero, según el
combustible empleado: motores de gas, los que queman combustible gaseoso como
el gas pobre o el acetileno; motores de gasolina, los que utilizan líquidos muy
volátiles, de gran poder calorífico y que son derivados del petróleo; y motores
de aceites muy pesados, los que se alimentan de gasoil. El segundo gran
apartado se subdivide en otros dos, según la forma de realizarse la combustión;
motores de explosión en los que el combustible y el aire debidamente mezclados
se introducen en un cilindro, se comprimen, y por medio de una chispa eléctrica
se provoca una explosión de la mezcla, y motores diesel, que emplean una
relación de compresión muy elevada y no necesitan chispa para quemar el
combustible. Otro apartado definitorio de las características de un motor es su
clasificación por ciclos: motores de dos tiempos, en los que el émbolo baja y
sube una vez por cada ciclo de combustión y motores de cuatro tiempos, en los
que el émbolo baja y sube dos veces por cada ciclo de combustión. Y por último,
según la disposición de los cilindros, pueden ser en línea, en ¨V¨, opuestos,
en estrella e incluso han llegado a fabricarse en ¨H¨. Los motores que
generalmente se emplean más en la construcción de automóviles son de cuatro
tiempos y cuatro cilindros en línea, aunque no es raro ver modelos medios de
cuatro cilindros opuestos (también denominados Boxer). Los motores de seis
cilindros en línea y en ¨V¨ se reservan para vehículos de alta cilindrada, lo
mismo que los motores de ocho o doce cilindros, que se emplean además para
vehículos de muy altas prestaciones.
Actualmente, los motores de
dos tiempos son raramente utilizados en la construcción de automóviles, aunque
hay muchos precedentes históricos y todavía existen algunas marcas que los
fabrican. La razón es que tienen el inconveniente de un alto consumo y un
elevado índice de contaminación, aunque en pequeñas cilindradas se obtienen con
ellos potencias que son proporcionalmente superiores a la de los motores de
cuatro tiempos. Independiente de su configuración, casi todos los motores de
explosión siguen un esquema de construcción básico con los siguientes
elementos: culata, bloque, cigüeñal y cárter. La culata cierra las cámaras de
combustión, donde están dispuestas las válvulas, su sistema de distribución y
los conductos que permiten la alimentación de combustible, salida de gases y
encendido de la mezcla. El bloque es la parte principal del motor y suele estar
fundido en una sola pieza. En la mayoría de los motores, el bloque es de hierro
fundido; un material bastante resistente, económico y fácil de mecanizar en
grandes series. En los últimos tiempos, se ha incrementado su resistencia con
la aleación de hierro y otros materiales. Las últimas generaciones de motores
utilizan bloques de aleación ligera, más ligeros que los de aleación de hierro
y que conducen mejor el calor, aunque tienen el inconveniente de que su
producción es más cara. El bloque contiene los alojamientos cilíndricos donde
los pistones efectúa su movimiento alternativo, y en sus paredes internas
cuenta con cámaras de agua o conductos a través de los cuales circula el
líquido refrigerante de los cilindros. Estos se comunican con las cámaras de
agua de la culata a través de unas aberturas existentes en la parte superior
del bloque. El cigüeñal, apoyado en unos cojinetes en la parte inferior del
bloque, está unido a los pistones por medio de las bielas, y es el elemento
encargado de transformar el movimiento rectilíneo de los pistones en movimiento
rotatorio. En uno de sus extremos se halla el volante de inercia, que suaviza
los bruscos movimientos de los pistones y hace que la rotación del cigüeñal sea
relativamente uniforme. El cárter es la tapa inferior del bloque y sirve de
depósito del aceite lubricante del motor. A estos elementos hay que añadir el
sistema de encendido, para que el combustible arda, y el sistema de
alimentación (carburación o inyección), que es el que prepara la mezcla de
combustible y aire a introducir en las cámaras de
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