¿por qué no aprender a realizar un mantenimiento de coche básico para que siga funcionando correctamente?
Si tienes ganas de tener problemas con tu coche en un futuro, olvídate de tomarte un tiempo de vez en cuando para hacerle una sencilla revisión. Este será un método seguro para que tu vehículo te deje tirado en el lugar más inesperado e inadecuado que te puedas imaginar. En lugar de tentar a la suerte, ¿por qué no aprender a realizar un mantenimiento de coche básico para que siga funcionando correctamente?
Si tu coche ya dispone de algunos años y has dejado de hacer las revisiones correspondientes a la compra de tu coche, esto no significa que debas despreocuparte indefinidamente. Seguir una rutina de mantenimiento hará que tu automóvil dure muchos años más.
Chequea el aceite todas las semanas, o como mínimo cada dos. Los motores funcionan a temperaturas extremadamente altas y algunos modelos gastarán aceite de motor de una manera alarmante. Circular con un coche sin una gota de aceite, no es lo más aconsejable si quieres conservar el vehículo. Esto dañará el motor hasta dejarlo fuera de juego. Si esto ocurre, tendrás que comprar otro motor o pensar en otro coche. Ambas alternativas son costosas, por lo que este primer mantenimiento, aparte de ser simple, es fundamental.
Renueva el aceite cada 5000 kilómetros aproximadamente. Después de un cierto tiempo, el aceite se ensucia y enturbia. Manteniendo el aceite a un nivel aceptable de pureza, reduce las impurezas en el motor. Aprovecha cada cambio de aceite para cambiar también la correa del ventilador. De esta manera será fácil de recordar que debes hacer ambas cosas.
Es aconsejable cambiar el anticongelante cada año. Lo ideal sería llevar el coche a un sitio profesional para que vaciaran el sistema de refrigeración y reemplazar los tanques con el nuevo refrigerante. Esto ayudará a mantener el radiador libre de fugas.
El líquido que lubrica la transmisión debería ser revisado regularmente. El fluido debería ser cambiado cada 60.000 Kilómetros más o menos.
Una cosa que se tiene que hacer instintivamente al ir a buscar tu vehículo es observar si hay fugas. Si dispones de garaje, observa si en el suelo hay algún liquido reciente, y si lo tienes en la callo, observa dentro de lo posible si hay manchas. Si ves algo, toma nota del color del fluido y lleva el coche a un taller cuanto antes. El fluido de transmisión suele ser rosado, el anticongelante verde, el aceite marrón claro, y el líquido de los frenos es rojizo. Esto puede variar un poco, aunque suele ser de esta manera. Sabiendo el fluido que se está derramando, puedes ayudar al taller a determinar cual es el problema.
Para mantener el sistema de aire acondicionado con un correcto funcionamiento, ponlo en marcha una vez al mes, incluso en invierno. Lo mismo ocurre con la calefacción. Debería ponerse ocasionalmente en verano para un mantenimiento adecuado.
Si tienes en mente un viaje, no olvides de revisar tus frenos dando un frenazo un poco brusco para ver como reaccionan. Este simple elemento salva vidas por lo que deben estar siempre al cien por cien. Lo mismo ocurre con los neumáticos. Los neumáticos deberían ser cambiados cada 12.000 kilómetros aproximadamente. Haz una inspección visual cada dos meses y busca imperfecciones o algo que se salga de lo común.
No olvides tu batería. Si ves que se están formando capas de un material blanco en los terminales, límpialos con un cepillo y agua con bicarbonato de sodio. En el plano estético, no es mala idea darle una capa de cera dos o tres veces al año para mantenerlo libre de óxido.
Con estas pequeñas indicaciones podrás lograr que tu coche aguante un poco mas.
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